Decíamos en nuestra entrada anterior que un proyecto de inversión implica la utilización de determinados insumos y su transformación en bienes o servicios a través de la realización de actividades. Hoy nos centramos en el flujo de costes que este proceso genera.
Cada proceso de nuestro proyecto puede conllevar todo tipo de costes: de administración, de equipamiento, de mantenimiento, humanos, etc. Existen diferentes clasificaciones para distinguirlos, como las siguientes:
* Costes según el comportamiento, según dependan o no de la producción:
- Fijos: No resultan afectados por cambios en los niveles de actividad. Son costes estructurales. Por ejemplo, seguros e impuestos sobre las instalaciones, salarios de la dirección general y administrativos, licencias y costes de intereses por capital prestado, entre otros.
- Variables: Asociados con una operación cuyo total varia de acuerdo con la cantidad de producción u otras medidas del nivel de actividad.
* Costes según el período de tiempo:
- Costes a corto plazo: cuando se generan en un plazo inferior a un año.
- Costes a largo plazo: cuando se generan en un plazo superior a un año.
* Costes según la imputación de los factores a los productos:
- Directos: Pueden medirse y asignarse a una producción o actividad de trabajo especifica. La mano de obra y los costes de material directamente asociado al producto, servicio o actividad de construcción, por ejemplo.
- Indirectos: Difíciles de atribuir o asignar a una producción o actividad de trabajo especifica. Por ejemplo, los costes de herramientas comunes, suministros generales y mantenimiento de equipo directivo y administrativo en planta
* Costes según su naturaleza:
- Costes de amortización: costes relacionados con la depreciación de los bienes, así como los costes de reparación y mantenimiento a raíz del uso del material.
- Costes financieros: costes derivados del empleo de recursos de capital ajenos que una empresa necesita para su desarrollo.
- Costes de tributos: costes relacionados con el pago de impuestos a favor de la Hacienda Pública.
- Costes de personal: coste derivado del pago a todas las personas que intervienen en el proceso de producción del bien o servicio.
- Costes de materias primas: coste de los materiales que se emplean de manera directa en la producción del bien o servicio.
- Costes de distribución o venta: costes que se originan como consecuencia de trasladar el producto final al consumidor.
Definir adecuadamente una buena estructura de costes suele ser uno de los factores clave para prevenir imprevistos y riesgos significativos durante la gestión ya que desde la propia planificación de los proyectos se pueden contemplar diversos escenarios de gestión y los costes que cada uno de ellos podrían demandar.
ResponderEliminar